
Consejos sobre cómo armar un plan de ahorro
Cuando consigues tu primer trabajo o empiezas a generar lucas es, sin duda, un hito emocionante para tu vida, porque das el primer paso hacia tu independencia financiera y empiezas a soñar sobre tu futuro. Si consigues gestionar tu plata de manera inteligente, con un plan de ahorro de por medio, será mucho más fácil alcanzar tus metas personales.
Este plan consiste en guardar parte de las lucas que te ganas cada mes, y por lo general, establece cuánto dinero debes reunir en un periodo de tiempo determinado. Teniendo esto en cuenta, conoce algunos consejos para que aprendas cómo ahorrar dinero con propósito desde tu primer sueldo.
Plan de ahorro: ¿Por qué es importante tener metas de ahorro desde que eres joven?
Ahorrar te permite construir un patrimonio y soñar en grande, pero no basta con estacionar el dinero en una cuenta o debajo del colchón, debes hacerlo con propósitos claros.
Cuando estableces objetivos de ahorro desde una edad temprana, sabes hacia dónde vas y tienes mayores oportunidades de alcanzar esos sueños, sencillamente porque tienes mucho más tiempo y energías para generar ingresos y guardar parte de ellos de forma ordenada.
Ahorrar con propósito desde joven te ayuda a construir disciplina financiera, así como a desarrollar buenos hábitos de gasto que en el mediano y largo plazo te ayudarán a construir tu patrimonio.
Si ya estás percibiendo un ingreso mensual, debes plantearte metas de ahorro y trabajar a diario para cumplirlos. Eso sí, inicia con objetivos pequeños y, poco a poco, hazlos crecer.
Presupuesto mensual: La clave para controlar tu vida financiera
Es difícil lograr los objetivos de ahorro cuando no existe de por medio un presupuesto mensual que te ayude a gestionar las lucas, sobre todo en lo relacionado con los gastos. Por ello, es necesario que tengas claro lo siguiente:
Tu ingreso mensual.
Tus gastos fijos (arriendo, servicios públicos, transporte, pago de deudas, etc.).
Tus gastos variables (comidas, entretenimiento, compras personales).
Una vez que identifiques lo anterior, pasarás a controlar la plata que recibes mes a mes y la forma en que la gastas. Pero, ¿cómo realizar un presupuesto mensual? Una forma es el método 50/30/20, que resulta muy eficaz a la hora de mejorar tu salud financiera. De acuerdo con este, deberías distribuir tus ingresos de la siguiente manera:
50% para cubrir gastos esenciales.
30% a gastos variables y que no son esenciales.
20% para inversiones y ahorro mensual.
Por supuesto, esta regla de distribución de tu ingreso mensual es flexible; puedes adaptar el presupuesto en función de tus ingresos y objetivos de ahorro. Identifica muy bien los gastos prescindibles y elimínalos o redúcelos, para que puedas destinar más al ahorro.
Por ejemplo, no todos los días es necesario comprar desayuno en la cafetería que queda al lado de tu oficina, puedes llevar de tu casa y ahorrarte algunas lucas. Al inicio te pueden parecer poco, pero a fin de mes generan una suma importante que podrás destinar al ahorro.
Fondo de emergencia: el primer objetivo de tu plan de ahorro
Antes de pensar en cualquier meta financiera, es recomendable crear un colchón financiero para hacer frente a esos imprevistos o casos críticos, que terminan afectando críticamente tu billetera si no estás preparado: gastos médicos por accidente, pérdida del trabajo, daño de tu auto, el veterinario de tu mascota, entre muchas otras situaciones.
Lo ideal es que este fondo de emergencia alcance para cubrir de 3 a 6 meses de gastos básicos (de ahí la importancia de tener claro el presupuesto personal). Si sigues al pie de la letra tu plan de ahorro, ese fondo pasará a convertirse en un colchón financiero capaz de cubrir mucho más que emergencias, incluyendo gastos planificados; como renovaciones, vacaciones u oportunidades de negocio, etc. Además, termina protegiendo tu salud financiera, porque te evita tener que solicitar deuda a terceros que te generen intereses.
Necesidades v/s deseos: evita la mala deuda por gastos innecesarios
¿Las lucas que estás pidiendo prestadas hoy te ayudarán a generar más plata o a incrementar tu patrimonio? ¿Necesitas realmente eso que piensas adquirir con crédito? Si la respuesta es “no”, simplemente estás asumiendo una mala deuda que puede terminar arruinando tu salud financiera y capacidad de ahorro.
En ese sentido, antes de endeudarte es vital aprender a diferenciar entre necesidades y deseos, así como deuda mala y buena.
En las necesidades puedes enmarcar aquellos gastos esenciales, como la alimentación y el arriendo de la casa (junto con sus respectivas cuentas de agua, luz, etc.). Los deseos son lujos o caprichos que no son necesarios para tu vida, pero, aun así, los quieres obtener, como por ejemplo cambiar tu celular al último modelo disponible, más comidas afuera de las que puedes permitirte, entre otros gastos prescindibles.
Por otra parte, existe la deuda buena y la mala. La primera es aquella que bien o puede generarte ganancias, es decir, compras un departamento con un crédito que al arrendarlo te genera un extra para vivir; o también puede ser aquella en la que incurres y cuya cuota e intereses puedes asumir de manera holgada y sin afectar tu bolsillo. La deuda mala es justo lo contrario, por ejemplo, comprar bienes que pierden su valor y te dificulta pagar mes a mes.
Entonces, al tomar decisiones de gasto, pregúntate: “¿Realmente necesito esto?, y ¿puedo pagarlo en cuotas o es mejor ahorrar y comprarlo más adelante?”. Si no tienes una respuesta clara que te guíe, toma lo siguiente en consideración: No sobrepasases tu capacidad de endeudamiento. De lo contrario, puedes terminar trabajando únicamente para el pago de deudas sin poder ahorrar ni avanzar hacia el cumplimiento de tus metas.
Salud financiera sostenible: Cómo ahorrar dinero de forma automática
Con todo esto en mente, solo te queda empezar el ahorro mensual. Y nada mejor que hacerlo de forma automática, ya que así garantizas que parte de tus ingresos vayan a este fondo antes de que te lo gastes. Pero, ¿cómo hacerlo?
Una cuenta de ahorro, como la Futuro de MACH, te ofrece la funcionalidad de “Programar Ahorro”. En esta estableces cuántas lucas quieres pasar desde tu cuenta corriente de forma automática (semanal o mensual) en una fecha determinada, por ejemplo, $150.000 el día 5 de cada mes.
Por otra parte, ten presente que abrir esta cuenta de ahorro es libre de pago y te permite ganar intereses colocando desde $1.000. Además, se integra con otros productos financieros, como la cuenta corriente MACH donde puedes depositar dinero para hacer pagos, transferencias y retiros en cajeros automáticos.
Ahorra desde tu primer día de trabajo y logra tus metas financieras
Cuanto antes empieces con tu plan de ahorro, antes podrás alcanzar tus metas. Por esta razón, una cuenta corriente y de ahorro son de los primeros productos financieros que debes abrir cuando empiezas a ganar lucas.
Ya sabes cómo ahorrar dinero de forma automática y prácticamente sin esfuerzo. Ahora, cuando desees aumentar aún más tus lucas, podrías pensar en invertir para engordar tu colchón económico, lo cual puedes hacer desde la aplicación móvil de MACH en fondos mutuos, desde solo $1.000 al igual que la cuenta de ahorro.
No olvides seguir este tipo de consejos sobre educación financiera, pues te permitirán hacer mucho más con lo que tienes disponible hoy.