
Tener plan de ahorro mensual sin sacrificar calidad de vida
¿Sueñas con comprar tu propia casa o el auto de tus sueños? ¿Te gustaría llegar a la vejez con lucas en la cuenta para disfrutar de tu jubilación? ¿Deseas pagar la universidad de tu hijo cuando crezca? Estas metas financieras, o cualquier otra que te pase por la cabeza, son posibles con un plan de ahorro mensual bien estructurado.
Conseguir este ahorro, también te permitirá consolidar un fondo de emergencia para hacer frente a imprevistos como el desempleo o emergencias de salud. Es decir, el ahorro mensual trae muchos beneficios para tu vida financiera. Si aún no das el paso por pensar que necesitas mucho dinero, falta de conocimiento o porque no quieres comprometer tu calidad de vida, no te preocupes, puedes hacerlo sin duda alguna. Aprende cómo.
1. El primer paso está en identificar tus gastos mensuales
Te será difícil juntar dinero o tener una buena salud financiera si no sabes en qué gastas tu plata. Por esta razón, a la hora de lanzarte a desarrollar este plan de ahorro mensual, tienes que identificar lo que sale de tu cuenta, hasta el más mínimo detalle. Y una vez lo haces, procedes a organizarlos con su respectivo monto en las siguientes categorías:
Gastos fijos: son aquellos que debes pagar de forma regular y cuyo monto suele varias muy poco. Por ejemplo, el arriendo, los servicios domiciliarios, la despensa y las suscripciones.
Gastos variables: cambian cada mes y son poco previsibles, tanto en la fecha en que se presentan como en sus montos. Por ejemplo: el transporte, entretenimiento y la alimentación fuera de casa.
Con esta información puedes preparar un presupuesto mensual basado en gastos. Lo ideal es que el 50% de tu ingreso mensual vaya a los gastos fijos, el 30% a los variables y el 20% al ahorro (siempre que sea posible). Pero esto es solo un indicador. Tú puedes ajustarlo a tu realidad económica y metas financieras. Si logras ahorrar 100 lucas cada mes, también considéralo como un éxito, ya verás el porqué más abajo.
Para hacer el monitoreo de tus gastos, es útil usar una tabla de Excel, una hoja y un lápiz, o descargarte una aplicación de gestión de finanzas personales.
2. Marca los gastos mensuales que podrías reducir
Un plan de ahorro va mucho más allá de estacionar lucas en una cuenta bancaría o debajo del colchón. Implica gastar menos de tu ingreso mensual. Para lograrlo, tienes que identificar los gastos de los que puedes prescindir.
Por supuesto, no se trata de ser apretado ni comprometer tu calidad de vida. La idea es no derrochar el dinero en cosas que realmente no necesitas o no te generan mayor beneficio. Algunos ejemplos son los siguientes:
Revisa tus suscripciones innecesarias
¿Realmente necesitas estar suscrito a Netflix, Disney+, Amazon Prime Video y HBO Max, cuando usas solo una o dos cuentas?
Siéntate a revisar con lupa todas las suscripciones que tienes y reflexiona sobre la necesidad de tenerlas. Seguro podrás prescindir de algunas de ellas. El dinero ahorrado terminará mejorando tu salud financiera en el largo plazo (todo suma).
Planifica tus comidas
Comer fuera de casa es muy placentero, pero lo cierto es que hacerlo muy seguido puede terminar con cualquier bolsillo, frustrando hasta los objetivos de ahorro más básicos.
Asigna un presupuesto para comidas fuera y respétalo. Cuando llegues al tope, procura cocinar en casa o salir habiendo almorzado o cenado.
Opta por transporte más económico
El metro y las micros son una muy buena alternativa a la hora de ahorrar dinero. Pero si te aburren las multitudes, siempre está la oportunidad de usar la bicicleta (de paso haces ejercicio).
Compartir auto con compañeros de trabajo y hasta comprar una moto te ayudarán a ahorrar bencina en tus trayectos diarios.
Controla el uso de energía en el hogar
¿Eres de los que enciendes todas las luces de tu casa aun cuando estás solo en tu pieza leyendo un libro? ¿Dejas la TV encendida mientras trabajas sin prestarle atención? Entonces podrías estar derrochando parte de tus lucas.
Procura controlar el gasto energético, y complementa ese ahorro utilizando ampolletas LED, electrodomésticos de sello verde, paneles solares, etc. Recuerda: todo pequeño ahorro, suma.
3. Consumo responsable: prioriza gastos de necesidades básicas
En ocasiones confundimos calidad de vida con lujos innecesarios. Si bien cada uno tiene hobbies concretos, es sano poner ciertos límites, de lo contrario podrías caer en deudas dolorosas que afecten tu futuro. Ejemplos hay por montón: vacaciones a Cancún pagadas con la tarjeta de crédito, auto de alta gama con alto costo de mantenimiento, clóset lleno de ropa sin usar, el último modelo de celular, etc.
Antes de hacer estos gastos, piensa en tus necesidades básicas y en la calidad de vida que tendrás luego de obtener eso que deseas. Si puedes permitírtelo, hazlo. De lo contrario, tal vez sea mejor esperar y poner en marcha tu plan de ahorro mensual.
4. Cuenta de ahorro y aplicaciones de presupuesto
Ya tienes los puntos clave para realizar tu ahorro mensual. Ahora solo queda designar el mejor lugar para hacerlo. Y es fácil: no existe mejor alternativa que la cuenta de ahorro. Con ella mantendrás tus lucas seguras y separadas de las que usas en la gestión diaria de tus finanzas personales. Además, existen algunas que pueden generarte intereses mes a mes, haciendo crecer poco a poco tu capital.
Una excelente opción es la Cuenta Futuro de MACH. En esta aplicación tienes:
Una cuenta corriente digital para la gestión de tus finanzas personales.
Una cuenta de ahorro libre de pagos y comisiones, para que lleves tu plan de ahorro mensual.
Posibilidad de acceder a fondos de inversiones desde solo $1.000.
Tarjeta de débito de aceptación universal.
Descuentos y cashbacks en una gran variedad de comercios.
5. Establece metas de ahorro mensual
Es lo último, pero lo más importante. Los objetivos de ahorro te permiten definir cuánto quieres ahorrar y por cuánto tiempo. Además, te mantiene motivado y facilita la medición del progreso.
Al fijar las metas de ahorro, asegúrate de que sean realistas y alcanzables. Puedes empezar con pequeñas cantidades y, a medida que adquieres el hábito y mejoras tu educación financiera y tu sueldo, vas escalando a objetivos más ambiciosos.
¿Recuerdas que más arriba leíste que no era necesario ahorrar demasiado para juntar un buen fondo de emergencia? Mira este ejercicio.
Imagina que solo puedes ahorrar 100 lucas al mes. Al año obtendrás cerca de $1.200.000, pero si el siguiente año ya puedes aportar 50 lucas más cada mes, a los 5 años obtendrás más de $8.600.000 gracias a los intereses generados. Es posible.
Ahorra sin sacrificios y no olvides tu educación financiera
Como puedes ver, el plan de ahorro no implica grandes sacrificios, ni disminuir tu calidad de vida. Solo se trata de hacer una gestión inteligente de los ingresos y los gastos.
Eso sí, mientras ahorras, invierte en educación financiera; esta te proporcionará las herramientas y conocimientos necesarios para tomar decisiones informadas sobre el manejo del dinero y las inversiones. ¿Sabías que puedes automatizar tu ahorro sin siquiera tener que pensarlo? Haz eso y mucho más con MACH.